Yahiko

 Yahiko (弥彦, Yahiko) fue el fundador de la organización Akatsuki y perteneció a los Huérfanos de la Lluvia, junto a Nagato y Konan, que fueron entrenados por Jiraiya poco después de la Segunda Guerra Mundial Shinobi. Luego de su muerte, Nagato utilizó el cuerpo de Yahiko para que fuera el Camino Deva de los Seis Caminos del Dolor.

Yahiko quedó huérfano durante la Segunda Guerra Mundial Shinobi y, por tanto, comenzó a valerse por sí mismo, robando comida de los demás. Más tarde, se encontró a Konan, también huérfana, y los dos comenzaron a trabajar juntos para sobrevivir. Tiempo después, Konan trajo a otro huérfano, Nagato, y a su perro, Chibi. Al principio, Yahiko estaba molesto con ella por haber agregado gente, pero más tarde aceptó a Nagato y Chibi en su grupo. Enfurecido por lo injusto que era el mundo con ellos, Yahiko declaró que él se convertiría en un dios para poner fin a los combates.

Los tres encontraron a Jiraiya, que cuidó de ellos y les enseñó ninjutsu. En un momento dado, Nagato salvó a Yahiko después de que un Chūnin de Iwagakure los atacara. Después, Yahiko prometió convertirse lo suficientemente fuerte como para proteger a Konan, Nagato y finalmente, a todos en Amegakure. Algún tiempo después de que Jiraiya los dejara, tuvieron un encuentro con Obito Uchiha, qu
ien se presentó ante los huérfanos como Madara Uchiha y declaró que Nagato era la reencarnación del Sabio de los Seis Caminos y que sería quien traería estabilidad al mundo. Yahiko se interpuso entre ellos, reprochando que no podían hacer eso, que iba en contra de sus ideales, mientras se retiraba llamando a Nagato y a Konan, y le dijo al Uchiha que no se volviera a acercar a ellos.

En el anime, Yahiko y sus compañeros se dispusieron a defender pequeños pueblos que estaban siendo atacados constantemente, al mismo tiempo que intentaba entablar conversaciones pacíficas con los invasores. En uno de los primeros pueblos, Yahiko conoció a Kyūsuke, un shinobi de Amegakure que no estaba muy conforme con los modos de Hanzō y que posteriormente decidiría unirse a Yahiko en su búsqueda de la paz. Cada vez más integrantes se unían a Akatsuki y el sueño de Yahiko estaba cada vez más cerca. En una ocasión, mientras los huérfanos se dirigían a entablar una conversación con los altos mandos de Iwagakure, fueron emboscados por varios ANBU de la organización Raíz de Konoha, disfrazados de shinobis de Iwa, que trataban de detener que los huérfanos lograran un acuerdo entre las naciones.

Los huérfanos estaban en problemas porque no deseaban luchar contra ellos así que, en última instancia, Nagato se descontroló e invocó a la Estatua Demoníaca del Camino Exterior para proteger a sus amigos. Al ver la ira de Nagato, Yahiko lo detuvo para evitar asesinar a gente y luego se lo llevó mientras estaba inconsciente. Debido al crecimiento de la organización, Nagato le comentó a Yahiko que era hora de colocarle un nombre y fue cuando Yahiko decidió ponerle Akatsuki, porque ellos representaban el amanecer de un nuevo período, una era de paz. Yahiko sabía que el poder de Nagato era la pieza clave para cumplir sus sueños y se consideraba a sí mismo un pilar para lograrlo.

Lamentablemente, Danzō Shimura miró a la organización como una amenaz
a, así que engañó a Hanzō, haciéndole creer que Akatsuki había abusado de su poder y había asesinado a varios shinobis de Amegakure y que pronto atacarían su gobierno. Hanzō creyó esto y es por eso que le planteó a Yahiko una reunión. Estando allí y trabajando con Danzō, Hanzō intentó obligar a Nagato a matar a Yahiko, ya que si no lo hacía, Konan moriría, por lo que Yahiko se suicidó al lanzarse hacia un kunai que Nagato estaba sosteniendo. Con su último aliento, le dijo a su amigo que tenía que continuar su misión de encontrar la paz.

Entre los tres huérfanos de Amegakure, Yahiko parecía actuar como el líder del grupo. Fue el primero que se acercó a los Sannin a pedir comida, y fue el primero en pedirle a Jiraiya que les enseñara ninjutsu. Él también parecía actuar como un hermano mayor con Nagato y Konan. Le recomendaba a Nagato no llorar y actuar de manera más varonil. También deseaba ser más fuerte para proteger a Nagato y Konan. Él tenía mucha fe en Nagato.

También se pudo apreciar que Yahiko poseía sentimientos hacia Konan, pero no deseaba que la gente se enterara. En una ocasión, Kyūsuke le mandó una carta de amor a Konan para que se reunieran en determinado lugar. Cuando Yahiko descubrió esto, se puso muy celoso y al mismo tiempo molesto con su compañero. A pesar de que Yahiko trataba de esconderlo, Nagato pudo reconocer fácilmente el sentimiento, sin embargo, Konan declinó la petición de Kyūsuke, argumentando que no tenía tiempo para amores hasta haber cumplido el cometido de la organización.